Librería Bibabuk

10 reseñas |
Fijada

"Papel con marca de agua", de Goran Petrovic

En él, el autor serbio nos cuenta la historia de una reina de Nápoles que querrá escribir una carta que deje rendido a su amante. Para ello, contratará a poetas y buscará el papel más exclusivo. Una novelita disfrutona para repensar el sentido del lenguaje como herramienta para volver eterna la palabra escrita.

"Tesis sobre una domesticación", de Camila Sosa

Camila Sosa, una autora que descubrimos a través de Las malas y que ya nos fascinó en su momento, vuelve con una novela muy compleja, con esa escritura fría a la que nos tiene acostumbrados, en la que todos los componentes deslavazados parecerían imposibles, pero ella tiene la capacidad de hilvanar, de cuidar y de tratar con la finura de un ebanista. La novela trata sobre una actriz trans que tiene igual que el personaje que interpreta en el teatro de La voz humana una relación con su marido complicada, de pasión y desamor. En torno a esta familia que se compone de retales surge un hijo y vuelve en un fin de semana a retornar a ese lugar donde está la familia, a ese pueblo donde han ocurrido determinadas cosas a lo largo de su infancia. Cómo la familia se compone y se descompone es algo mágico que la argentina sabe tratar de una manera única. Acercaos a Camila Sosa siempre que podáis.

"El tiempo de la promesa", de Marina Garcés

En este pequeño ensayo, la filósofa española traza un recorrido por la historia de la promesa, un debate que ya ponían sobre la mesa filósofos de la talla de Nietzsche o Agamben. Con un estilo como el suyo, Garcés apuesta por el valor de la palabra en un presente incierto y un futuro amenazado. Con lo que molaban las promesas imposibles que nos hacíamos de críos. 

"El mes más cruel", de Pilar Adón

En esta casa somos muy de relatos y los que la madrileña nos regala en este volumen son, algunos, oscuros; todos, fuera de lo común. La autora tiene una forma de narrar muy característica con la que ha confeccionado un estilo propio gracias al cual podemos identificarla; esto es indudable. Si se os antoja un libro de relatos que bailan entre lo extraño y lo extraordinario, aquí tenéis una baza maravillosa.

Consumir preferentemente, de Andrea Genovart

Un monólogo interno alimentado por una espiral de pensamientos autodestructivos y por las interferencias del relato de una ciudad caótica que arrastra una serie de problemáticas socioeconómicas que no solo atañen a la juventud sino a la sociedad en general. Además, con un estilo rompedor y una sintaxis llena de colonialismos y catalanizada gracias a la traducción de Rubén Martínez Giráldez. Es una lectura que recomendamos porque es de aquellas en las que topas con la voz de un personaje incómodo, contradictorio, que retrata sin tapujos y con un humor muy punzante la falta de perspectivas y el ruido de una época. Brutal.

El arte de encender las palabras, de Berta García Faet

Después de Corazonada, publicado en septiembre por La Bella Varsovia, a quienes celebramos la presentación del segundo premio Ana Santos Payán, qué podíamos esperar de la pluma de una de las más brillantes poetas del panorama nacional actual. En su primer ensayo publicado, García Faet defiende la idea de que la poesía puede mover nuestros conocimientos partiendo de que conocer en sí, y cito, es un lío. “La poesía es bien rara y sorprendente; en ella hay tropos y todos encienden a nuestra percepción y a nuestro decir”. Defensora del carácter analítico del pensamiento poético, identifica lo precioso de los poemas y lo intrépido del texto lírico. Un recorrido asombroso que busca explicar la poesía como un catalizador de belleza a través de la palabra, sirviéndose de citas propias y ajenas, desde Yeats, Borges o Sor Juana Inés de la Cruz a Juan Gelman, Maria Arnal o Rigoberta Bandini. Una auténtica locura.

Autorretrato, de Celia Paul

Otro ejemplo del gran trabajo de Chai Editora, en el que conocemos la vida a pedazos de su protagonista, una artista plástica que plasma sus sentimientos con honestidad (hacia el lector, pero también con ella misma), volcando una mirada entrenada, casi poética, sobre el lienzo. Hablamos de Autorretrato, de Celia Paul. Reflexiones sobre el arte, la corporalidad femenina, la soledad y la sensibilidad son las que dan forma a las memorias de la autora, ilustradas a todo color explicando su obra como el espejo de su experiencia vital. Lo épico de la novela reside en que la pasión por lo suyo, por el arte, prevalece por encima de cualquier amor malsano. Una lectura necesaria para abrazarnos entre tanta incertidumbre.

"Soo", de Juli Mesa

Esta joya, ganadora del Premio de Poesía Ana Santos Payán, es muchas cosas: es un pueblo y sus miedos, es un golpe en la mesa, un relato que rompe la narrativa, pero, sobre todo, es un libro tremendo, precioso, salvaje, insolente, lleno de raíces y saberes ­–donde también hay conflictos­­–, pero también descaro y fuerza por nombrar y reivindicarse.

Shepard, eterno

El testimonio literario de este gran escritor, escrito en sus últimos meses de vida, cuando una enfermedad degenerativa se apodera de su cuerpo. En un último gesto de resistencia del propio cuerpo a través de la palabra, Shepard materializa una novela brevísima de deslumbrante belleza, un poema de despedida que traza la frontera en la que la vida se topa con la muerte. 

"Donde vuela el camaleón", de Ida Vitale

Lumen aprovecha el centésimo cumpleaños de la autora para recuperar este volumen de relatos, originalmente publicado en el 96. Estos cuentecillos son puro juego. La constante de los textos es el empeño en mirar la realidad desde un punto de vista origina; es un darle la vuelta a la foto para verla como si fuera nueva. De esta forma, Vitale nos descubre una cara desconocida de la realidad. Muchas de las piezas son relecturas de mitos y aprovechan ese lugar común con el lector para tomar ella las riendas del texto y voltearlo para recrearnos en “el placer de un sapo acariciado”. Esto es una cita textual. Textos dedicados a jardines o a la dialéctica entre el pasillo y la escalera, textos en los que encontramos la esencia de la pluma de Ida Vitale: la palabra como material tangible. Pero además de animales y objetos, empiezan a aparecer humanos a los que nombra mediante colores, como ocurre en Reservoir Dogs con Marrón; todo ello, con el humor característico de Vitale porque la uruguasha era bastante gamberra. Unos relatillos maravillosos para mojar el pie en el agua de Ida Vitale.