Diego Sánchez Aguilar recorre todas las formas de ansiedad y miedo que definen la sociedad contemporánea a través de un sonido que nadie sabe identificar
Hay presidentes de gobierno en curiosas actitudes. Hay un niño que cuenta pasos. Hay una urbanización de lujo. Hay una anciana que no está en lo que está. Hay una Cumbre del Futuro (spoiler: sale mal). Hay una camiseta punk. Hay una niña que sale en las revistas. Hay una empresa de alarmas. Hay un murmullo extraño. Hay un videojuego que predice el futuro. Hay gente que corre y gente que camina. Hay activistas medioambientales. Hay un acantilado y un templo. Hay un escritor encerrado en un baño. Hay una emisora de radio clandestina. Hay una cuenta atrás. Hay gente que duerme y gente insomne. Hay un soldado ciego que vio una guerra. Hay un filósofo que perdió la razón. Hay una bomba. Hay un espejo de sonido. Hay gente que escucha. Hay un funeral por el planeta. No hay futuro.
El acto de clausura de la Cumbre del Futuro tiene un final inesperado que sitúa a los presidentes del G7 en una incómoda posición. Mientras sus asesores intentan averiguar quién ha causado ese problema y cómo solucionarlo, se intercalan escenas de la vida de unos personajes unidos por un hecho: todos escuchan un extraño ruido cuyo origen no pueden determinar. Este sonido provoca en ellos unos efectos secundarios que les harán replantearse sus vidas y sus convicciones éticas en un mundo que parece desmoronarse por momentos. Cuando el futuro se intuye como un territorio poblado de fantasmas, Diego Sánchez Aguilar recorre, en Los que escuchan, todas las formas de la ansiedad y el miedo que definen la sociedad contemporánea. Y de su implacable indagación va a ser difícil salir indemne.
La tan esperada nueva novela
de Diego Sánchez Aguilar por fin
llegó a finales del pasado año, y todos los que manteníamos una gran
expectación tras la deslumbrante “Factbook”
nos hemos vistos recompensados con “Los
que escuchan”. Siendo ambas publicadas por Editorial Candaya y siendo
conocedor de que Diego es un profesional de la relojería literaria, el
resultado no podía ser otro que un verdadero encuentro con la literatura en
mayúsculas.
“Los que escuchan” comparte con su predecesora el ser una obra
coral, pero no de historias que se entrecruzan de manera variopinta a media
narración, si no que surgen del mismo nudo gordiano del argumento de la idea
principal: si hay un futuro ya no se le
espera por sus continuos retrasos y maquiavélicos planes de mercantilización.
En “Los que escuchan”
recorremos unas estancias de situaciones que nos llevan de esquizogénesis en
esquizogénesis, del fracaso al desencanto, del insomnio a la somnolencia. Nos
completa el autor ese mosaico que la mayor de las veces no queremos encarar de
nuestra sociedad actual, el de un mundo en el que toda proyección futura, ya
sea personal o bien sea institucional se convierte en una mímesis caótica y
macabra de nosotros mismos. El calentamiento global y sus consecuencias
innegables; el desamparo de los ancianos y enfermos mentales en una sociedad
repleta de mensajes tecnócratas y neoliberales,; el advenimiento del progreso
como una conjura que ya no huye de la pseudomagia y el autoengaño; todo un
ataque de pánico a escala global que no encuentra la pastilla idónea para
regular tanto ruido. Todo ello es amalgamado por el autor con una calidad y
puntillismo ya conocidos por sus lectores, sin evitar largas páginas al más
puro estilo Houellebecq en los que deleitarnos y sentir el placer de la lectura
por la lectura.
Además, es una novela que
utiliza de manera constante el murmullo como eje vertebrador para situarnos en
el lugar correcto en cada parte de la trama, haciéndonos partícipes del
desasosiego que reside en las líneas que el autor nos induce a seguir leyendo.
Sí, un murmullo inquietante, perpetuo y que se solapa con vivencias comunes y
transitorias que todos hemos podido vivir. He aquí uno de los grandes secretos
de la literatura de Diego Sánchez
Aguilar para esta obra: convertir la “ecoansiedad”
en el verdadero MacGuffin constante y
repetitivo durante las más de quinientas páginas de deleite narrativo.
Esperamos, sin duda, una nueva
novela del autor cabopalense bien pronto.
Vicente Velasco
Montoya, La Montaña Mágica Librería (Cartagena)
Opiniones
Opiniones
No hay comentarios, sé el primero en comentarValoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión