¿Nos visitan los extraterrestres? Acaso la respuesta esté en esta novela (o no).
En los arrozales frente a un camping de El Saler aparecen unos misteriosos círculos. Es lo que los aficionados a lo oculto y a los extraterrestres llaman crop circles: formas geométricas de gran tamaño que surgen de un día para otro en un campo sembrado.
¿Hay ovnis en la zona? ¿O el dueño del camping está buscando un reclamo turístico? Hasta allí se desplaza Adrián Sureda, haciéndose pasar por periodista, aunque en realidad no lo es y su aparición obedece a otros motivos.
Empieza a indagar entre los lugareños: el dueño del camping, el gato del camping, la vigilante del camping que en sus ratos libres tiene un programa de misterios esotéricos en un canal local, un italiano que aterrizó en los ochenta y regenta un kiosco… Y empiezan a suceder cosas raras, muy raras.
¿Un episodio de La dimensión desconocida ambientado en la turística costa valenciana? ¿Un Twin Peaks castizo? ¿Una de Stephen King en la Albufera? ¿Unos Encuentros en la tercera fase con guiris como extras? Bienvenidos al territorio de Esther García Llovet: gasolineras con vetustos carteles de Mirinda, motos Montesa, Nino Bravo a todo trapo, una zona de cruising en un bosque, el tendedero donde secan sus ropas los hare krishnas locales, fantasmas sin uñas…
¿Nos visitan los extraterrestres? Acaso la respuesta esté en esta novela (o no).
Opiniones
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Hay que leerla
Siempre damos por sentado que la curva de aprendizaje es hacia arriba pero a veces es hacia abajo, en mi caso ha sido muy hacia abajo, pero luego me he recuperado y aquí estamos. Porque te digo una cosa. Ahora lo sé todo. De este lado se sabe todo, cuando ya no sirve para nada.
— Y qué es lo que hay que saber. — Que te tienes que dejar engañar.
Y esto es lo mejor de esta estupenda novela de García Llovet. Nos permite asistir a un espectáculo vital que une los meandros de un paisaje destruido. La naturaleza posturística donde viven los supervivientes del holocausto social: empastillados, bebedores de Mirinda caducada, rentistas y okupas de airbnb, creyentes y alienígenas en Montesas. Nos permite adentrarnos en el conocimiento profundo y vacío que solo los psicotrópicos pueden facilitar. Nos acerca a personajes solitarios que se pegan a otros como un chicle a un zapato. Una España fuera de las autopistas, con empresarios que bien podrían acabar organizando eventos grandiosos o visitas del Papa, porque son visionarios del pucherazo y ven dinero fácil en cualquier señal divina. Esta España donde nadie desatasca las fosas sépticas y por eso de vez en cuando, nos sube la mierda y hay que salir pitando. Hay que leerla, que si no te lo pierdes, te pierdes.
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