Escrito por: Librería Taiga
El escritor y aventurero Sylvain Tesson siguió los pasos del fotógrafo francés Vincent Munier por los parajes de la prácticamente inaccesible meseta del Tibet en busca del leopardo de las nieves, un animal hermoso y poderoso pero poco conocido y apenas fotografiado. Munier, siempre inmerso en la búsqueda de un fantasma, es uno de los pocos fotógrafos que ha conseguido verlo y captar su belleza a través de su objetivo para mostrarnos un animal salvaje, bello y sagrado y despertar en nosotros el respeto y el amor que la naturaleza de nuestro planeta merece: “Yo busco la belleza, le rindo honores. Es mi manera de defenderla” nos dice Munier.
El resultado de esa aventura emprendida por Sylvian Tesson junto a Munier en una de sus expediciones por el Tibet es este libro que publica Taurus donde se nos habla de la búsqueda de lo inaprensible, de la virtud de la paciencia y de la espera. Este es un libro lleno de silencio donde el ser humano se encuentra consigo mismo y con la naturaleza que lo rodea.Tesson escribe desde lo personal y desde la reflexión filosófica invitándonos a observar, a disfrutar, a amar el mundo del que formamos parte.
¿Qué lleva a un hombre a viajar a un país prácticamente inaccesible para encontrar y ver la belleza de un animal apenas visible? ¿A pasar horas y horas esperando en condiciones meteorológicas tan adversas y agazapado en posiciones incómodas sin apenas moverse? El frío y el dolor físico conviven con el deseo en esa espera. Tesson se queda solo consigo mismo, con sus pensamientos, recuerdos y reflexiones hasta encontrarse con lo esencial en ese camino elaborado de paciencia. Este es un viaje lleno de poesía y silencio que transforma. “Había aprendido que la paciencia en una virtud suprema, la más elegante, la más olvidada. Ayudaba a amar el mundo antes de pretender transformarlo.”
El tiempo de la espera acaba… y al fin Tesson ve al leopardo de las nieves ¿Qué siente cuando lo ve? ¿Cuándo llega ese instante tan esperado, tan deseado? Siente algo sagrado, algo que lo transciende. “Yo no tenía que consolarme, porque había visto el hermoso rostro del espíritu de las piedras. Su imagen, deslizada bajo mis párpados, vivía en mí. (…) Había visto al leopardo, había robado el fuego. Llevaba en mí el tizón.”
Tesson siguió los pasos de Munier por el Tibet y nosotros también podemos seguir su rastro y las huellas de los leopardos a través de este libro y de las fotografías de Munier en las que deslumbra la belleza de su mirada por la naturaleza. Saber que esa belleza existe nos calma y nos reconforta.
Quizás nosotros nunca viajemos al Tibet ni veamos al leopardo de las nieves pero en este mundo en el que vivimos tan deprisa, casi ciegos, y en el que lo inmediato gana la partida, nosotros también deseamos lo inaprensible. Quizás si cultivamos la espera y aprendemos el oficio de la paciencia, podamos conseguir robar el fuego para que al fin el espíritu del leopardo viva en nosotros.
“Esperar es una oración. Viene algo. Y si no viene es porque no hemos sabido mirar.”
Sagrario Santamaría Martín.
Fuente: https://www.libreriataiga.com/index.php?pag=modulo&IdModulo=44&ean=9788430623815
PREMIO RENAUDOT 2019
UN ELOGIO DE LA PACIENCIA, LA LENTITUD Y EL SILENCIO.
«La contemplación de los animales nos proyecta ante nuestro reflejo invertido. Los animales encarnan la voluptuosidad, la libertad, la autonomía: aquello a lo que hemos renunciado.»
El leopardo de las nieves vive en una gigantesca meseta a cinco mil metros de altitud. Sylvain Tesson siguió al fotógrafo Vincent Munier con el fin de observar los últimos ejemplares de este maravilloso animal, que se ocultan en las fronteras del Tíbet, entre paisajes espectaculares y desiertos: allá donde la población retrocede, la fauna avanza, a salvo de la civilización. Es en este santuario natural donde el felino ha encontrado su tranquilidad.
Para disfrutar durante unos segundos del majestuoso paso del leopardo, hay que permanecer inmóvil treinta horas consecutivas a treinta grados bajo cero. La expectación ante el improbable encuentro aviva en Tesson, un hombre de acción y de movimiento, una filosofía de la espera. Se despiertan en él, y los contagia al lector, poderes latentes como la capacidad de atisbar lo invisible, una sosegada espiritualidad y, sobre todo, la paciencia, «virtud suprema, la más elegante y la más olvidada».
Además de llevarnos a esas tierras elevadas desde las que contemplar la frágil belleza de la Tierra, Tesson nos seduce con sus meditaciones sobre el mundo actual (a menudo llenas de humor), y nos invita a suspender el tiempo y a permanecer atentos: «Lo imprevisto nunca viene a nuestro encuentro, hay que acecharlo en todas partes».
La crítica ha dicho:
«En este libro breve y bien tensado, los paisajes brillan y los felinos se contonean.»
Christophe Ono-Dit-Biot, Le Point
«Denso, erudito, sensible y alegremente escrito. El perfecto antídoto contra el frenesí contemporáneo.»
Marie Chaudey, La Vie
«¡Su mejor libro, un deleite de lectura!»
Frédéric Pagès, Le Canard Enchaîné
«Una voz única. Tesson es un escritor tremendamente interesante.»
Libération
«Un hermoso canto de admiración a la naturaleza y los animales, una obrade gran lirismo en la que es constante la preocupación del viajero por ser fiel y preciso.»
Bernard Pivot, Le Journal du Dimanche
«Hay motivos para alegrarse de que un autor tan leído nos recuerde alto y claro algunas certezas sobre la belleza de un mundo que nos supera.»
Grégoire Leménager, L'Obs
«Unode sus más hermosos libros, que se refleja bien en la propia escritura: sin florituras, redonda, sublime.»
Le Devoir
Los lectores opinan
No hay comentarios, sé el primero en comentar