Grandes personajes de la LIJ
Cuando preguntamos a libreras y libreros que cuidan de la LIJ por sus personajes favoritos, no es difícil que surja una larga lista de personajes entrañables, héroes o heroínas de lo cotidiano, humanos, animales, malos malísimos que, al final, no lo son tanto.
En el día grande de la literatura infantil, os contamos cuáles son algunos de estos personajes eternos.
Rocío Valverde, de Librería Jarcha, elige a “Frederick, el ratón poeta más querido por estas libreras. Es un personaje fundamental para nosotras, pues, este ratón poeta nos llena el corazón de colores y nos quita el frío del invierno y nos hace parar y disfrutar de las pequeñas cosas hermosas de la vida.
Super Beige es nuestro superhéroe favorito, por su traje color caca de gaviota, porque es blandengue, sensible y apasionado. Porque nos demuestra que para salvar el mundo solo hay que mirar dónde se pisa.
Nadarín es un héroe muy especial. Su tamaño minúsculo hace que tenga que buscar la forma de enfrentarse al pez grande con la ayuda de sus compañeros. Me parece un héroe valiente que lucha por lo colectivo.
Si pensamos en héroes de lo cotidiano, ahí están Sapo y Sepo: dos amigos inseparables, tiernos y maravillosos, que se enfrentan a la vida con ternura, buen humor, miedo y valentía. Adoramos a Sapo y Sepo.
Irene la valiente, personaje creado por William Steig, reúne algunos valores indispensables para estar en el pedestal de las grandes heroínas: su ternura y amor que le ayuda a enfrentarse al miedo, su tesón, la forma sincera con la que se enfrenta a las dificultades que se encuentra en el camino. Y su buen humor que la hace invencible.”
Naia Hernández, de Sopa de Sapo, considera que “hay muchos personajes que han sido magistralmente creados por sus autores, como por ejemplo, Pippi Calzaslargas, cuya autora Astrid Lindgren ha convertido en símbolo de su país natal, Suecia. Una niña única e inigualable, la niña más fuerte del mundo, que vive con un caballo y un mono y que guarda un tesoro lleno de monedas de oro en el armario de su casa. Aventurera, inteligente y feminista, es la niña que todas quisimos y queremos ser.”
A Chus Sevas de Llibres Chus le atraen los personajes malvados, “aunque al final no lo son tanto”. Por ejemplo, los tres bandidos creados por Tomi Ungerer, “que fascina a los peques y lo tienen como su favorito. Unos malos malísimos que gracias a una pequeña niña se convierten unos bandidos buenos que cuidan de niños huérfanos. “
Pero también Camuñas, personaje creado por Margarita del Mazo, un ogro terrible, basado en la tradición oral, que come niños y que a través del humor consigue ser un personaje entrañable, o Shrek, otro clásico de William Steig, “un ogro espantoso y con mal carácter que termina enamorado de una princesa igual a él.”
Para Mercedes Brugarolas, de Letras Corsarias, si hay un personaje malvado que pobló su infancia fue el lobo de Caperucita Roja. “De la mano de fábulas, cuentos y supersticiones, era un peligro real y presente en cualquier momento y lugar que con sus aullidos encarnaba la maldad por su supuesta crueldad, su sigilo y su ferocidad.”
César Muñío de Librería París destaca con énfasis a los protagonistas de “Dos años de vacaciones”, “mi título preferido de Julio Verne. Los clásicos te aportaban vocabulario, conocimiento de otras épocas y paciencia... ¡anda que no tardaba rato en llegar la acción!. La expectación provocada debería ser un valor a no olvidar por culpa de la inmediatez.”
Desde Librería Plumier, en Ibi, Pilar Verdú selecciona otros dos maravillosos personajes femeninos: Matilda de Roald Dahl y Mafalda de Quino.
“Matilda es una niña prodigio con una sed insaciable de conocimiento y una capacidad extraordinaria para la desafiar las adversidades familiares y escolares, y encontrar su lugar en el mundo, inspirando a lectores jóvenes a creer en su propio potencial”, mientras que “Mafalda es una niña inteligente y observadora. En sus tiras cómicas, habla sobre problemas sociales y políticos de forma graciosa pero profunda. Sus conversaciones nos hacen pensar en cómo funciona el mundo de los adultos y nos anima a pensar en cómo podemos mejorarlo”.
