Fue uno de los dirigentes del partido güelfo, enfrentado al de los gibelinos, y autor de poemas líricos intensos, por momentos herméticos, que ejercieron fascinación entre sus contemporáneos y continuaron fascinando en el siglo XX, entre otros al poeta vanguardista estadounidense Ezra Pound. A pesar de sus convicciones políticas, se casó con Beatrice Farinata, hija del líder gibelino. Durante una peregrinación a Santiago de Compostela, conoció a otra dama, a la que al parecer dedicó sus poemas más dolorosos. En el 1300, y debido a las negociaciones posteriores a un enfrentamiento entre los partidos florentinos rivales, debió exiliarse en Sarzana, donde contrajo la malaria. Murió a su regreso a Florencia. Los güelfos, en origen partidarios de la casa de Welf en el Sacro Imperio Romano Germánico, devinieron en Italia defensores del Vaticano, con matices nacionalistas. Los gibelinos, que defendían a la familia de Waiblingen, que apoyaba a Federico II, fueron en su versión italiana defensores del Imperio en su enfrentamiento con el Papado.
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