Después de la gran atención
que despertó “Vozdevieja” y su consiguiente segunda novela “El Evangelio”,
Elisa Victoria retorna con “Otaberra” (todas ellas publicadas por Blackie
Books), la que sin duda es su obra más redonda, sin abandonar los distintivos
que desde 2019 le han acompañado.
La escritora sevillana nos
atrinchera en una delicada pasamanería de personajes femeninos con un acentuado
sello de desarraigo y hadado sentido de que todo lo accidental que nos narra no
es accesorio ni frugal, si no un trazado elegante para llevarnos de la mano en
este relato que no deja a ningún lector fuera de la historia. He aquí uno de
las virtudes de Elisa desde que la conocimos en “Vozdevieja”: está claro que
cada lector es soberano y gustará en mayor o menor medida de cada tipo lectura,
pero caer en sus manos es un seguro para que el tiempo y atención prestados no
sean en balde. Más aún, en “Otaberra” nos acercaremos de cara a una realidad
telúrica a través del carácter transformante por la que se estructura la
novela. Con capítulos corridos que parecen ser tránsfugas unos de otros,
acabaremos asistiendo a un desenlace pausado, con acento y énfasis en la
literatura misma, huyendo de las recurrentes invocaciones y atajos a los que
otro tipo de literatura nos tiene acostumbrados.
Ciertamente Elisa Victoria
consigue dar un paso al frente en esa generación de escritoras que hacen de la
necesidad mínima de la escritura para esbozar imágenes imprescindibles y
elementales una verdadera virtud, merecedora del elogio por parte de crítica,
libreros y lectores. No encontraremos en “Otaberra” lo fugaz o la caducidad de
otras obras que no nombraremos (creo ciegamente que en la reseña también hay
que resaltar aquellas ausencias de defectos, dados que éstos abundan), si no
una idea contundente y fielmente plasmada desde el principio por la autora.
O diciéndolo de otra manera, Elisa
Victoria no se engaña ni se traiciona como escritora, por lo que todo buen
lector se sentirá respetado. Este detalle, por vanidoso que pueda parecer por
mi parte, no es menor, sino un fontanal que nos regalará, a buen seguro, nuevas
y mejores novelas de esta escritora.
Vicente Velasco Montoya, La Montaña Mágica Librería
Opiniones
Opiniones
Una lectura inteligente de nuestra época
Pues la verdad es que hay pocos escritores en España que con solo tres libros hayan mostrado una voz propia y potente como lo ha hecho Elisa Victoria. El Evangelio y Vozdevieja son reflejos de una generación escuchada por un oído fino y una mirada con humor y profundidad.
Con Otaberra Elisa Victoria se pone seria. Como siempre, sus personajes no son ni buenos ni malos, pero viven y por ello se equivocan. Son parte de nuestro entorno, no tienes que buscarlos en distopías a menos que consideres tu bloque o barrio una distopía en sí misma. En este caso, nos presenta a una pareja de amigos que en su juventud compartieron la soledad de los diferentes. Con el recuerdo de los sueños y las esperanzas del futuro, nuestra protagonista rememora también los errores que también han dado luz, o mejor dicho, sombras, a su identidad de adulta.
Una vez más, una mirada dura en la que nos veremos todos interpelados, entre nuestros ideales y las realidades de las que formamos parte, que retrata genialmente la ansiedad que nos produce sabernos por un lado singulares e íntimos y, por otro, reconocer el coste que tenemos que pagar por sentirnos integrados entre los demás, hasta nuestra desaparición, y con ella, el olvido quizás, de nosotros mismos.
Elisa Victoria es una pedazo de escritora que con una mirada muy de su generación y unos personajes muy costumbristas y reales, sabe encontrar lo singular y una lectura inteligente de nuestra época.
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