Escrito por: Diógenes L - Librerías Independientes
Estela
vive en el sur de Chile, en un ambiente humilde, sin expectativas, enriquecido
por el afecto materno y los sonidos y olores acostumbrados. Pero tiene que
dejar a su madre para entrar a trabajar en casa de una familia de clase media
profesional en Santiago de Chile. Su vida de repente queda en suspenso para
ocuparse a tiempo completo de otras personas. Su día a día se convierte en una
alternancia monótona de tareas domésticas: limpiar, cocinar, planchar, servir.
Durante siete años recibe las órdenes secas de la madre y el trato distante del
padre, y se va acostumbrando al carácter caprichoso y casi tiránico de la hija.
En esa familia nadie es feliz y se respira un aire pesado de insatisfacción. El
padre arrastra un inconfesable secreto de juventud que lo atormenta. La madre
ahoga en pastillas y hostilidad un descontento insondable. La niña es tomada
por un estado constante de ansiedad que origina en la absoluta incomprensión de
sus progenitores, sordos a sus deseos y ciego ante sus necesidades.
Estela,
la asistenta callada y servicial, añora mucho a su madre y se siente prisionera
de un destino que no le deja opciones. La suya “es una historia que nace de un
cansancio viejo y de preguntas que presumen demasiado”.
Desde
las primeras líneas la protagonista cuenta su terrible historia dirigiéndose
directamente al lector, rogando por su comprensión, interpelándolo
abiertamente. La descripción de sus rutinas cotidianas, poniendo énfasis en el
hastío de la repetición y en el asco que producen ciertas tareas de limpieza,
hace que la voz de Estela nos parezca absolutamente real y sincera. La angustia
por unos hechos que nos desvela desde el principio, se mantiene durante todo el
relato y es como un dolor social. En Estela subyace la soledad de todas las
mujeres jóvenes separadas demasiado pronto de los suyos por necesidad
económica. La familia en la que sirve representa a la clase media acomodada
chilena, instalada en sus pequeños lujos, desquiciada por sus absurdas
preocupaciones, alejada de la gente que
sufre por conseguir unas condiciones mínimas de vida digna. El padre y la
madre observan perezosamente, a través
de la pantalla del televisor, los estallidos de violencia de una clase
trabajadora agotada, desde la distancia y la seguridad de su bonito hogar. Pero
se trata de una seguridad precaria. La violencia puede llamar a su puerta en
cualquier momento, de la forma menos esperada, haciendo añicos su burbuja
acristalada.
Alia
Trabucco Zerán ha escrito una novela dura, reveladora. Con su narración directa
y descarnada quita el velo a todas esas historias que dulcifican la relación
entre sirvienta y patrón, las trae al día de hoy y las coloca en el lugar que
les corresponde, el de la denuncia de clases, en un país que tiene aún mucho
trabajo por delante en el terreno de la justicia social.
UNO DE LOS LIBROS MÁS ESPERADOS DEL AÑO, EN TRADUCCIÓN EN TRECE PAÍSES
Por la ganadora de los premios Anna Seghers, British Academy y Mejor Novela Inédita del Ministerio de las Culturas de Chile, y finalista del Man Booker International
«Conla fuerza de una voz indómita, Alia Trabucco Zerán construye una novela lucidísima, despiadada y brutall».
Federico Falco
La vida tiende a ser así: una gota, una gota, una gota, una gota, y luego nos preguntamos, perplejos, cómo es que estamos empapados.
Estela deja a su madre en el sur para trabajar en la casa de una familia en Santiago de Chile y allí se queda los siguientes siete años, limpiando y criando a una niña acosada por la ansiedad, cuya muerte conocemos al comienzo de la novela.
Como en una tragedia griega, la tensión crece en cada página, con cada personaje o elemento: la perra callejera, las ratas, la confesión inconfesable del «señor», la aparición de Carlos, el veneno, la pistola, hasta un desenlace tan poderoso como inevitable.
«Una novela sin escapatoria. [...] Es ácida, inteligente, coherente y auténtica».
Laura García Higueras, elDiario
«Un retrato de la crisis de la familia contemporánea».
La Vanguardia
«Una historia de alienación y poder: [...] Alia Trabucco explora la infelicidad yla insatisfacción de los adultos. [...] Una vuelta de tuerca a la brutalidad como territorio de reflexión».
Karina Sainz Borgo, ABC Cultural
«Cada libro [suyo] es radicalmente distinto, como si Trabucco, más que buscar una exacerbación de su estilo, deseara instalarse en un permanente desacomodo escritural. Sus obsesiones: la urgencia de la memoria y la apasionado búsqueda de futuro, la discusión feminista, la rabia como herramienta política, la comprensión de las historias personales como historias sociales, el trabajo poético y pensante desde el lenguaje».
Giuseppe Caputo, El Tiempo
«Una de las voces más contundentes de la literatura chilena actual. [...] Deliciosamente angustiante, adictiva, Limpia retrata mundos cotidianos que pueden llegar a volverse una tormenta para los débiles. [...] [Su] escritura surge de una mezcla de observación, imaginación, intuición y pensamiento. Pero que al mismo tiempo se deja llevar por la libertad del oficio».
Rocío Montes, Babelia
«En esta deslumbrante y sobrecogedora novela, Alia Trabucco Zerán le levanta el delantal a la larga tradición literaria de la empleada chilena para asomarse a su crueldad, a su verdadero espanto, para reordenar el perverso recorrido de los afectos y los odios de clase en busca de una transformación definitiva».
Lina Meruane
«Qué deslumbrante pesadilla [...]: un punzante y adictivo retrato de la podredumbre que ocultan las "buenas familias"».
Fernanda Melchor
«Esta historia es la metáfora exacta de nuestra mayor herida: esa que divide al mundo entre quienes viven para sí y quienes viven para otros. Trabucco Zerán ha escrito un novelón, valiéndose del monólogo de una mujer cuya única posesión es su voz».
Emiliano Monge
«Libro ameno, inteligente y bien escrito que, en su proceso de deconstrucción del machismo, reflexiona sobre el poder del relato—literatura, sentencias judiciales, noticias, crónicas, fotos— y su capacidad para intervenir en la vida».
Marta Sanz, Babelia (sobre Las homicidas)
«Limpia es una novela tensa, y de esa tensión cuidadosamente urdida se vale Trabucco para retratar la sempiterna lucha de clases».
María Paredes, The Objective
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