Idilio en Venecia
Dulcie Maddox había ido a Venecia a trabajar, pero una vez allí no quería más que estar junto a aquel alto y guapo gondolero... Guido Calvani en realidad no era gondolero, sino uno de los aristócratas más ricos de Venecia. Pero no se lo había contado a Dulcie porque resultaba reconfortante que alguien lo quisiera por sí mismo y no por su dinero. Claro que lo que Guido no sabía era que él no era el único que tenía un secreto... Y lo que ocultaba Dulcie puso todo su mundo patas arriba.
Hechizo italiano
Harriet no tenía el menor interés en atrapar a un marido rico, pero su tiendecita tenía tantas deudas que se sintió tentada a aceptar la proposición del guapísimo millonario italiano Marco Calvani. Si regresaba a Roma con él, Marco le prestaría el dinero necesario para saldar sus deudas. Y, si se casaban, se olvidaría de dicho préstamo.
La esposa del magnate
Selena era una mujer fuerte e independiente que tenía el dinero justo para sobrevivir. Cuando se enamoró de Leo Calvani, lo creyó su alma gemela porque él también llevaba una vida sencilla en la Italia rural y también era hijo ilegítimo... Pero al ver su casa se dio cuenta de que no era el hombre que ella pensaba: vivía en una casa enorme, poseía otras dos villas y su tío era conde.
Opiniones
Opiniones
No hay comentarios, sé el primero en comentarValoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión