Los gráficos son una abstracción de la realidad basada en datos. Diseñados para visualizar de forma simplificada lo que sucede a nuestro alrededor, nos ayudan a recorrer la pirámide del conocimiento desde los datos a la información, para llegar posteriormente al conocimiento (la sabiduría queda reservada para unos pocos).
Pero el conocimiento no se alcanza únicamente con el acceso a los datos y la información, es necesario un elemento intrínsecamente humano como es el razonamiento, es decir, la capacidad de preguntarse por qué las cosas son como son. Sin las preguntas adecuadas es imposible generar conocimiento y, por ende, empujar a la sociedad por la senda del progreso.
Sin embargo, la capacidad de preguntar por qué, tan presente en la niñez, se pierde a medida que nos hacemos adultos, como si la vida misma nos envolviera en una telaraña elaborada de obligaciones cotidianas y rutinas confortables que adormecen nuestra curiosidad.
Seguramente estamos viviendo una época de grandes transformaciones, aunque la distancia temporal todavía no nos permita percatarnos de ello. Por lo tanto, es más necesario que nunca cuestionarnos lo que sucede a nuestro alrededor, si el rumbo del mundo es el que realmente queremos o si la sociedad que estamos construyendo es la que deseamos. Solo si detenemos un momento nuestras frenéticas vidas podremos ser capaces de reflexionar sobre ello. Porque pensar es cada día un ejercicio más difícil para nuestros cerebros de mono, saltarines de un estímulo a otro, incapaces de hilvanar un pensamiento tras otro que nos permita analizar la realidad.
Gráficos de realidad es una colección de pensamientos visuales o, dicho de otro modo, de ideas transformadas en imágenes. Su finalidad es precisamente contribuir a ese proceso de reflexión mediante un conjunto de preguntas, ilustradas con gráficos, que nos ayudan a plantear interrogantes sobre diferentes temáticas y problemas. Los gráficos que se muestran no se basan en estadísticas concretas (excepto unos pocos), así que no son un reflejo fiel de la realidad, al menos no de la realidad basada en datos. Tan solo muestran de forma visual reflexiones o cuestiones con los que podrás coincidir o disentir. La única intención es que inciten al ejercicio de la reflexión.
Este libro se puede leer de principio a fin o saltando páginas al azar, el único requisito es que lo hagas de forma sosegada. Mi deseo es que vuelvas a él de forma recurrente, incluso sobre aquellas preguntas y gráficos ya analizados, y observes con otra mirada lo que sucede a nuestro alrededor. Tal vez, gracias a la reflexión, seamos capaces entre todos de sumar pequeños cambios que logren crear un mundo más tolerante y sostenible.
Vuelve a esta realidad gráfica siempre que seas capaz de detener ese tiempo que no tenemos y practica el noble arte de la reflexión. Como dijo el filósofo, ¡sapere aude!
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