La excelente ópera prima con la que el autor de Nosotros en la noche inicia su andadura por la Ámerica rural y los orígenes del condado de Holt, anticipándose a todos los elementos que hacen única su poética.
Es la primavera de 1977 en Holt, Colorado. La octogenaria Edith Goodnough yace en una cama de hospital y un policía vigila su habitación. Unos meses antes, un incendio destruyó la casa donde vivía Edith con su hermano Lyman, y ahora la acusan de su asesinato. Un día, un periodista llega al pueblo para investigar el incidente y se dirige a Sanders Roscoe, el granjero vecino, que, para proteger a Edith, se niega a hablar. Pero finalmente es la voz de Sanders la que nos contará su vida, una historia que comienza en 1906, cuando los padres de Edith y Lyman llegaron a Holt en busca de tierra y fortuna, y que recorrerá siete décadas.
En esta primera novela, Kent Haruf nos traslada a la ardua América rural, un paisaje hecho de mazorcas de maíz, hierba y vacas, cielos estrellados en verano y abundante nieve en invierno, donde existe un código de conducta indiscutible, ligado a la tierra y la familia, y donde esta mujer sacrificará sus años en nombre del deber y el respeto para luego, con un solo gesto, reclamar su libertad. Haruf nos habla de sus personajes sin juzgarlos, desde la profunda confianza en la dignidad y la tenacidad del espíritu humano que ha hecho que su voz literaria sea inconfundible.
La crítica ha dicho...
«Una América que quizá solo los escritores puedan recuperar.»
Juan Marín, El País
«Un escritor que posee una originalidad deslumbrante. Habla pausadamente, de forma íntima y contenida. Es cuidadoso a la hora de contar una buena historia. Una historia que destila verdad.»
The Guardian
«[...] se aleja de los tópicos y habilita senderos que entre los dedos de otro autor solo serían suspiros nocivos.»
Sonia Fides, Heraldo de Aragón
«Su narrativa recuerda a Faulkner, en quien Haruf se inspira, a Hemingway, con quien se le ha comparado, y a Carver, con quien comparte el absoluto rechazo a cualquier afectación estilística y la claridad de los diálogos.»
Il Post
Sobre El vínculo más fuerte...
«Un trabajo impresionante de sensibilidad y detalle, elaborado por todo un experto... Poderoso.»
Los Angeles Times Book Review
«Una excelente primera novela que explora de forma dramática y precisa las vidas de la gente que trabaja la tierra en el crudo Medio Oeste estadounidense.»
The New York Times Book Review
«Los dones de Haruf como escritor superan la coreografía. Ha atrapado a la gente de las praderas con la habilidad de Wright Morris, la pradera misma con la arrolladora mirada de Willa Cather... [Es] casi imposible creer que esta es su primera novela.»
Rocky Mountain News
«Pero independientemente del éxito, la primera novela sigue siendo la primera. Es el nacimiento de una voz, el acto de fe hacia la palabra que hace una persona sin paracaídas, sin saber aún si se convertirá en escritor o no. Y supone la emergencia de un mundo nunca contado.»
Corriere della Sera
«Lo que [los personajes] creen y cómo sobreviven la convierte de repente no en otra historia del Oeste que puede deleitar al lector [...], sino en una historia de proporciones míticas, y no sólo en una historia sobre un pequeño pueblo del Oeste americano, sino en una historia de interés universal. Nuestra historia.»
Boston Review
Opiniones
Opiniones
Una historia que habla de dignidad y deber
Un libro deslumbrante y un autor necesario
Descubrir nuevos escritores que te deslumbran como este es lo mejor del mundo lector. Escritores que dibujan con palabras historias impresionantes que te llegan al alma. Escritores que presentan personajes maravillosos que se quedan contigo, que viven vidas sencillas pero no por ello fáciles ni cómodas, que viven intentado sobrevivir, que viven como saben y como pueden, con los recursos que tienen y con sus miedos y debilidades. Personajes que sacrifican la vida que quieren vivir por un ideal basado en el respeto y el deber. Personajes que te conmueven, y que te transmiten su lucha, su desesperación, su amor, su egoísmo y solidaridad, y por encima de todo su soledad. Escritores que cuentan historias con detalles que no sólo no cansan sino que necesitas conocer. Porque cuentan lo que hay que contar hábilmente, sin pretensiones de una forma sencilla y directa, con unos diálogos maravillosos, claros y concisos. Con una escritura sin artificios, con frases simples que describen escenarios y personajes. Con un estilo pausado, contenido y sensible que nos lleva a la vida cotidiana de Holt y en este caso a la vida de Edith y Sanders con sus conflictos presentes y pasados. Escritores que transmiten tanto y tan bien que me hacen abrazar el libro cuando termino despidiéndome de él y de Edith y de Sanders, su familia y sus vidas y con una mezcla de pena por finalizar la historia e ilusión por haberlo leído y poder seguir leyendo su obra.
La vida en las llanuras altas.
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La historia nos la cuenta el vecino de Edith, Sanders Roscoe. Es él quien sabe mejor que nadie todo lo que ha sucedido, no sólo los desgraciados acontecimientos de los tres meses y medio precedentes, sino también los acontecimientos de los años anteriores. Esta no es una historia de misterio, es una historia sobre la vida de una mujer. Todo se explica de forma clara y sencilla, todo se presenta en orden cronológico, cuando se menciona a una persona por primera vez, siempre se nos dice todo lo que es importante saber sobre esa persona, Sanders Roscoe quiere que entendamos y por eso habla con claridad. Y habla de corazón porque aquello de lo que habla es importante y debe entenderse correctamente. El cuento en sí es apasionante; no es necesario agregar melodrama. Se presenta la vida real: los rigores de una vida agrícola en las llanuras altas de Colorado. Son los detalles de la vida descrita los que hacen que la historia suene verdadera, ya sea el ordeño de las vacas en invierno, una feria rural o una comida para dos servida bajo un olmo. Suceden cosas horribles y también cosas buenas. Los acontecimientos a medida que se desarrollan parecen tan reales y tan creíbles que no querrás detenerte hasta que hayas escuchado cada pequeño detalle. Al final, incluso cuando sabes lo que va a pasar, te quedas ahí paralizado. Hay humor. Es el humor lo que nos hace reír en la vida cotidiana. Reconocemos pensamientos que nosotros también hemos pensado. Nos reímos de las líneas en los diálogos que capturan lo que las personas realmente se dicen entre sí. No, no es un humor notable, sofisticado o particularmente ingenioso; es el humor de la vida cotidiana. No pude dejar este libro hasta que llegué al final. Una escritura cautivadora sin lujos.
El vínculo más fuerte
Edith Goodnough se quedó en casa. Y si lo piensas, si calculas a partir de esas fechas cinceladas en las lápidas del cementerio, entonces te das cuenta de que Edith tenía diecisiete años cuando murió su madre en 1914, tenía cincuenta y cinco cuando murió el viejo en 1952, y tenía sesenta y cuatro cuando por fin Lyman regresó en 1961. Toda la vida metida en casa.
En El vínculo más fuerte, la primera de las novelas de Kent Haruf inspiradas en el pueblo de Holt en Colorado, nos relata la vida de la familia Goodnough, iluminando especialmente la figura de Edith, la hija, la hermana, la mujer sola.
Haruf describe los sentimientos humanos, describe la vida de una forma sencilla, directa y muy profunda. Es imposible que su mano al escribir no nos toque, no nos acaricie o lastime con una gran intensidad. Quizás el secreto de la gran calidad de su trabajo se encuentra en que todo lo que cuenta es verdad y quien lo lee lo sabe porque lo siente. Es un escritor inmenso, un observador certero de la naturaleza humana, un observador empático que sabe contar la realidad de quiénes somos y cómo somos. Sus personajes se quedan a vivir contigo literalmente rondando tu mente en muchos momentos.
Roy Goodnough viaja con su mujer Ada Twamley hasta Colorado para ocupar unas tierras en las que se asentará para siempre. Allí nacerán sus hijos Edith y Lyman Goodnough que debido al cruel carácter de su padre vivirán una vida de duros trabajos y absoluta soledad salvo por la presencia, cercanía y amistad de sus vecinos, una mujer mestiza llamada Hannah Roscoe y su hijo John Roscoe. Haruf describe el ambiente opresivo, irrespirable y angustioso en el que Roy Goodnough sume a toda la familia con su maldad y cómo todos están encerrados inexorablemente en ese mundo, especialmente Edith, que jamás tendrá libertad, atrapada por un fuerte vínculo de lealtad a la familia en el que se sacrifica y anula renunciando a su propia vida en beneficio de la de los demás, su padre y su hermano. ¿Podría Edith haber hecho otra cosa? No. Lyman que también es un ser herido emocional y psicológicamente, al menos, y gracias al apoyo de Edith, consigue escapar y vivir fuera de la granja veinte años sin volver a ver nunca más a su tiránico padre hasta que un día regresa junto a su hermana y entonces suceden muchas cosas, buenas y malas… Y es que en este relato que comprende toda una vida, años y varias generaciones de Goognough y Roscoe, a veces parece que la muerte es la única liberadora de tanto sufrimiento.
Esta historia, que comienza con una muerte en la primavera de 1977, la cuenta Sanders Roscoe, el hijo de John, amigo de los que son familia y testigo de la vida de los Goodnough:
(…) si alguien solo quisiera sentarse tranquilamente en esa silla al otro lado de la mesa y, ya que es domingo por la tarde, tomarse un café mientras hablo, y si no quisiera meterme demasiada prisa… bueno, entonces, se lo contaría. Se lo contaría todo para que la historia estuviera completa, se lo contaría todo para que supiera lo que ocurrió en realidad.
Porque escucha:
Que nadie dude en sentarse en esa silla y escuchar esta historia…
Sagrario Santamaría Martín.
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