¡Vaya día de locos en El Eco del Roedor! Montañas de contratos por firmar, manuscritos por leer, artículos por escribir… Tras largas horas de durísimo trabajo, me quedé dormido en el escritorio, y, de pronto, ¡me hallé en una fábrica de juguetes del Polo Norte!
Aquella noche me aguardaba una misteriosa sorpresa… ¡Nunca os lo imaginaríais!
Opiniones
Opiniones
No hay comentarios, sé el primero en comentarValoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión