Si quiere descubrir la fascinante historia del ferrocarril subterráneo, siga leyendo...
El ferrocarril subterráneo no era subterráneo. Tampoco era un ferrocarril. Sin embargo, fue un pedazo de historia asombroso, y uno que habla de esperanza incluso hoy en día.
Hace doscientos años, la esclavitud tenía al sur de Estados Unidos firmemente atrapado. Alrededor de cuatro millones de afroamericanos languidecían en las condiciones de vida más espantosas, con sus vidas controladas por personas que los consideraban objetos. Se les mataba de hambre, se les azotaba y a las mujeres se les ponía a trabajar a pesar de estar embarazadas, enfermas o ser tan jóvenes que apenas podían caminar. Eran despreciadas, oprimidas y degradadas en todos los sentidos. Anhelaban la libertad, pero para llegar a la tierra libre de Canadá debían cruzar miles de kilómetros bajo la amenaza de los cazadores de esclavos, hombres que se habían propuesto atrapar a personas desesperadas que es
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