"Según parece, el nombre de Cantabria procede de la voz céltica "canta" o "ganda", que significa roca. Desde luego el territorio de la histórica Montaña es siempre rocoso, abrupto, y en ocasiones majestuoso. Sus ríos vigorosos, sus valles profundos y sus peñas, que llegan hasta la costa misma del agitado mar Cantábrico, albergan uno de los más destacables patrimonios naturales de Europa.
A lo largo de los siglos, estas costas y valles han albergado a los hombres de Altamira, a los antiguos cántabros, a monjes e hidalgos, a indianos y linajes. Entretanto, marineros y campesinos han domesticado laboriosamente el agreste paisaje y atesorado un inapreciable legado etnográfico tejido de tradiciones seculares, de fiestas, devociones y trabajos. Testimonios del paso de unos y otros son el arte rupestre, las ermitas y colegiatas, las torres y casonas, las calles de Santillana, Laredo, San Vicente de la Barquera o Comillas, el Palacio de la Magdalena o las obras de Goya y Gaudí.
Quizá esa impagable diversidad encierre la esencia misma de Cantabria, el permanente contraste -incluso pugna-entre mar y montaña, entre tradición y progreso, entre interior y esterior... Una diversidad natural, cultural y social que, más allá de empobrecedores estereotipos, sobrevive en delicado equilibrio y nos interpela hoy con su conmovedora oferta de convivencia".
Luis Sazatornil Ruiz.
Leer todo
Leer menos
Opiniones
Opiniones
No hay comentarios, sé el primero en comentarValoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión