«Todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas» (Mt 13,52). El estudioso...
Más información
«Todo escriba que se ha convertido en un discípulo del reino de los cielos es semejante al dueño de casa que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas» (Mt 13,52). El estudioso cristiano del Antiguo Testamento se asemeja a ese escriba que, al igual que el dueño de la casa, saca cosas nuevas y viejas de su tesoro. Y, en este caso, el tesoro no es otra cosa que la presencia en la corte del rey, la vida de la Iglesia, cuerpo de Cristo, ciudad del gran rey. Leer el Antiguo Testamento desde su cumplimiento en Cristo no es «violentarlo», como algunos sugerirían. Es alcanzar su verdadera inteligencia, su verdadera comprensión. Los escritos de este libro se refieren a ese corpus que llamamos Antiguo Testamento y todos ellos están marcados por una lectura que nace de la convivencia en la «corte del rey», en la Iglesia, como discípulo de Cristo.
Ignacio Carbajosa (Cartagena, 1967) es sacerdote de la diócesis de Madrid. Es doctor en Ciencias Bíblicas por el Pontificio Instituto Bíblico (Roma) y licenciado en Ciencias Económicas (Universidad Complutense de Madrid). Actualmente es catedrático de Antiguo Testamento en la Universidad San Dámaso y director de la revista Estudios Bíblicos. Pertenece al Consejo de Redacción de la revista Textus. Es miembro de la Society of Biblical Literature, de la International Organization for Septuagint and Cognate Studies y de la Asociación Bíblica Española.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.
Los lectores opinan
No hay comentarios, sé el primero en comentar