«Esa fue la primera vez que pensé en irme de Buenos Aires, en volverme al Sur, en irme a vivir a lo que la gente llama “un lugar tranquilo”. Que lo pensé seriamente, quiero decir,...
Leer descripción completa
16,50€
Disponibilidad alta
Información
Descripción
«Esa fue la primera vez que pensé en irme de Buenos Aires, en volverme al Sur, en irme a vivir a lo que la gente llama “un lugar tranquilo”. Que lo pensé seriamente, quiero decir, no es que cruzó mi cabeza como una frase hecha, un protodeseo, un amuleto del cual agarrarme en medio de una fiesta, una comida, una presentación o alguno de esos otros ritos urbanos que me ponen al borde del abismo, para des-pués largarlo, olvidarlo en el camino despavorido de vuelta a mi casa, a mi cama. Esta debería ser la última.» La narradora de esta novela felizmente insólita se entrega a sus cavilaciones en un banco del zoológico de la ciudad en la que vive, una de las más ruidosas del mundo, y allí, «como un bicho más», siente una fuerte identificación con los animales en virtud de algo que una y otros comparten: el hogar ausente. Así es como este libro, de forma oblicua e incluso hilarante, consigue preguntarse por las condiciones de existencia de todas las especies. Turbadora y de afilada ironía, Desubicados es una muestra destacada de la obra de una de las más singulares escritoras contemporáneas.
María Sonia Cristoff nació en Trelew, en 1965. Es autora de Falsa calma, Desubicados, Bajo influencia, Inclúyanme afuera y Mal de época. Compiló una serie de volúmenes estrechamente ligados con su narrativa: Acento extranjero,Patagonia, Idea crónica y Pasaje a Oriente. Escribe en distintos medios. Da clases de escritura en dos universidades (UNA, Untref). Camina compulsivamente. Sus libros han sido traducidos a siete idiomas. Vive en Buenos Aires.
La narradora de esta novela es incapaz de vencer al insomnio impuesto por la rutina lúbrica de sus vecinos, que invariablemente a las tres de cada madrugada interrumpen su sueño.
En medio de esos meses de desvelo y con la certeza de que nada tiene demasiado sentido, encuentra el antídoto a su resaca existencial visitando el zoo de la ciudad. Allí deambula entre las jaulas, hilando historias de animales, dando alguna que otra cabezada, y descubriendo un sentimiento de identificación con los animales a su alrededor, encerrados, domesticados y al igual que ella fuera de lugar.
Irónica, mirando con ojos animales el mundo de los humanos, y desubicada, pospone constantemente su plan recurrente de volverse al sur, a un lugar menos ruidoso que Buenos Aires, ya que sospecha que esa incomodidad no se resolvería con un simple desplazamiento geográfico: solo supondría llevarse con ella su desazón y, cómo mudarse ahora a una ciudad sin zoo?
Y mientras tanto duerme donde y cuando puede.
Nacho, Gonzalo y Alfonso, Tipos Infames (Madrid)
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.
Opiniones
Opiniones
No hay comentarios, sé el primero en comentarValoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión