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Fue locutor, ciertamente, porque ha sido una de las grandes voces de la radio durante medio siglo. La primera vez que se le pudo escuchar fue en el año 1954. También fue presentador muy popular de televisión desde el año 1959 al 2004. Periodista, creador de formatos, gran innovador de la música retransmitida y emitida, publicista, mito de la comunicación y, por encima de todo eso, alguien ha definido su trabajo como la historia viva de la radio y la televisión. Lo que ha reflejado en este libro no es solamente una colección de Relatos de mi memoria. Miguel de los Santos se puso a redactar sus páginas con la idea de hacer una especie de crónica sentimental de su vida profesional y le salió algo mucho más ambicioso: le salió una crónica de la comunicación audiovisual en España de los últimos sesenta años, por tanto, un libro de historia. Es como una larga confesión de sus pasos, también de sus emociones, por programas, emisoras y por el mundo de la publicidad. De su lectura se obtienen lecciones imprescindibles para conocer cómo evolucionaron en esos años la música, la sociedad, la cultura, las costumbres, los gustos de los ciudadanos y las formas de comunicación, porque Miguel de los Santos no es, simplemente un locutor o un presentador. Es un observador. Es un fino analista. Es un gran cronista. Y un testigo privilegiado. Esto es lo que distingue su obra sobre las demás historias publicadas y es lo que le otorga carácter de libro fundamental, aunque se presente vestido con el traje de la anécdota, el pequeño recuerdo o la indiscreta intimidad.
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