Puedo nombrar esta grieta

Este poemario es apretar el rosario entre los dedos y que se queden las marcas de tanto pedir que el amor sea algo más que el que nos han enseñado a aguantar. Es que la casa sea un hogar donde quedarse y no un simple edificio de ladrillos en el que sin más alguien llame al timbre —piso tercero, escalera b o algo así— porque se haya equivocado. Pero este poemario que escribe Marina Kaysen trata de mucho más que de un Amor y un Hogar. Sus versos hablan de cómo sentirse sola rodeada de gente, de ser un cuerpo mirado por otros cuerpos que solo tienen ojos e ira, de la madre ausente y la pareja anhelada. También de la necesidad poética como terapia de curación, aceptación y perdón.
Puedo nombrar esta grieta es subir la cabeza y mirar a los ojos, y que no hagan falta palabras de afecto, porque están ahí, porque pueden tocarse. Y que aun así las haya.
Opiniones
Opiniones
Amor, Hogar, Esperanza
Comprado en la librería La Fabulosa
Este poemario me ha recordado a la obra de Angélica Lidell, quizá porque la autora también expresa un conflicto con la madre, con el vacío y con los afectos. Me ha gustado mucho que el libro comience en la más absoluta oscuridad y se vuelva luminoso al final. También cómo la autora construye los versos para ser recitados en voz alta, que ponga el acento en la poesía recitada y no tanto en la leída, aunque el libro está lleno de frases a subrayar si te gusta este tipo de literatura en la que uno se desgarra en público y exorciza sus propios demonios. Comprado en la presentación del libro en la librería La Fabulosa en la que nos trataron genial, fue como estar en casa.
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