"Una carta es una alegria de la Tierra denegada a los Dioses". Recogemos en este libro algunas de las cartas y de los pequeños y breves poemas que la gran autora estadounidense escribía en los sobres de su correspondencia como esbozo, tal vez, de sus poemas mayores. Nos rencontramos con su poesía de lo doméstico y de lo privado. Además de descifrar algunas claves artísticas de la poeta más moderna de su época, alejada de cualquier movimiento literario. Un libro imprescindible para seguir descubriendo la obra y la vida de la escritora de Amherst. El delicado trabajo gráfico corre a cargo de la joven ilustradora madrileña, Elia Mervi.
Escrito por: Los Libreros Recomiendan
Todas las pequeñas librerías culturales son edificios inteligentes, en el sentido más noble del adjetivo. Y deberían ser visitadas con más frecuencia por esas gentes que aseguran que están deseando leer, por ejemplo, El Quijote, pero que no podrán hacerlo mientras no tengan un poco de tiempo... cuando lo exactamente cierto es que hay que leer cuanto antes ese tipo de libros necesarios precisamente, entre otras cosas, para tener tiempo, es decir, para poseer de verdad el tiempo, para habitar dentro del tiempo de una forma más plena y soberana, más libre y vigilante. Es ésa una batalla vital en la que también nos ayudarían los diez libros que las libreras y libreros españoles os recomendamos con más unanimidad para este octubre que acaba de arrancar. Entre ellos hay dos recopilaciones de cuentos: la de un clásico contemporáneo (el noruego Askildsen) y la de un clásico-clásico (el inquietante Stoker), aparte de los relatos detectivescos de Piglia, novelones que inauguran sagas (Cărtărescu), crónicas sobre épocas oscuras (Walsh) o epistolarios serenos pero vibrantes del 27 más discreto o tal vez menos visibilizado (Zambrano y Gaya). La novela en español la pone Santiago Lorenzo, agudo y gamberro como siempre (pero también como nunca) y en inglés llega la prosa psicológica y envolvente de Peter Cameron. El ensayo viene de la mano de Richard Cohen, indagando en las manías privadas de los escritores que más nos han acompañado, y la poesía sólo podía ser ofrecida por la dama de Amherst, una Emily Dickinson que estrena un nuevo vestido, muy bien ilustrado. Con aliados como éstos, la victoria contra el tiempo está garantizada. Leámoslos, y el tiempo será nuestro. Tiempo de calidad. Tiempo inteligente.
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