Desferres de les grans civilitzacions desaparegudes, el dandi, el flâneur, el mendicant o el drapaire, entre molts altres éssers marginals, són el corol·lari de la ciutat moderna....
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Desferres de les grans civilitzacions desaparegudes, el dandi, el flâneur, el mendicant o el drapaire, entre molts altres éssers marginals, són el corol·lari de la ciutat moderna. Volten pels carrers sense rumb ni finalitat, preferiblement de nit, en cerca de tot allò que els permeti ser lliures i gaudir de la felicitat i de l'ideal. Aquests poemes en prosa —que van ser publicats parcialment amb el títol de Le Spleen de Paris i que són també deutors del Gaspar de la Nit, d'Aloysius Bertrand, i del gran Edgar Allan Poe— constitueixen una prova manifesta de l'immens enginy de Baudelaire i evidencien alhora que la vida, ahir com avui, «és un formigueig de monstres innocents».
Charles Baudelaire (1821-1867) se cuenta entre los poetas más influyentes del siglo XIX, y probablemente también de toda la historia de la literatura universal. Su padre, el exseminarista Jean-François Baudelaire, falleció cuando su hijo contaba a penas con cinco años de edad. Tras su muerte, la madre, Caroline, hija de emigrados franceses a Londres, contrajo de nuevo matrimonio. Expulsado del Liceo Louis-le-Grand pese a la obtención del título de Bachiller superior, en 1940 se inscribe en la facultad de derecho. Comienza a frecuentar entonces el Barrio Latino, donde conoce a Gérard de Nerval, Sainte-Beuve y Balzac, adentrándose de forma irrefrenable en el mundo de humo, opio y prostitución de la bohemia parisina. Por su impía conducta, la familia lo envía a los Mares del Sur. A su regreso, no obstante, Baudelaire vertería la obrade Edgar Allan Poe al francés y llevaría a cabo sus obras más conocidas: desde el escandaloso poemario Las flores del mal (1857) hasta los textos de Los paraísos artificiales (1960) y el póstumo El spleen de París (1869). Duramente criticado y vilipendiado en vida por lo escandaloso de su obra y conducta, Baudelaire murió sifilítico y empobrecido, desconocedor del impagable legado que había donado a la posteridad. Adalid del simbolismo, estandarte del romanticismo y precursor del decadentismo, su cuerpo yace enterrado en el Cementerio de Montparnasse.
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