La acción de esta novela se desarrolla en Santander, durante las últimas jornadas del año 2020. Es una radiografía de las diferentes sensibilidades sociales ante el fenómeno histórico de la pandemia. Así, se asoman a sus páginas: un abogado youtuber que teme por la pérdida de libertades, un ama de casa que acepta las explicaciones oficiales sin cuestionarlas, un agente comercial muy golpeado por la crisis que solo cree en lo que toca, un policía con espíritu de servicio, otro policía con espíritu de aprovechamiento, una doctora que se hace preguntas, un rastreador que se esfuerza en su trabajo, un adolescente culpabilizado por el simple hecho de ser joven, pero, sobre todo, una anciana con demencia senil que se comunica con un simple rayo de esquiva racionalidad en la mirada y un viejo filósofo volcado en ayudar a los demás. Las escenas se desarrollan en tiendas con aforo reducido, en hospitales, en la calle, en los barrios, en la Cocina Económica, en el comedor familiar durante la cena de fin de año, pero, muy especialmente en el epicentro de la pandemia, en una residencia de ancianos golpeada por el coronavirus. La acción, con su planteamiento y su nudo sorprendentes, lleva a un vistoso desenlace que pretende envolver en la trama novelística al caleidoscopio de angustias que asedian a los cántabros en tiempos de pandemia, la vida cotidiana y la realidad impuesta. Es una obligación del arte, en este caso literario, la de plasmar el tiempo y momento por el que atraviesa la sociedad. El autor se convierte, lo quiera o no, en testigo involuntario de su tiempo, aun a riesgo de equivocarse, de exagerar o de quedarse corto en el dibujo de la realidad que observa. Pese a ello, se ha procurado que todos los personajes del histórico drama quepan en la novela.
Leer todo
Leer menos
Opiniones
Opiniones
No hay comentarios, sé el primero en comentarValoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión