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Esta novela es un conmovedor alegato feminista, sin que sin embargo se declare como texto feminista; una denuncia de los terribles efectos del alcoholismo para la vida de muchas mujeres, sin que explícitamente anuncie que lo quiere ser. Pero textos como el de Crane seguramente sean más convincentes, más efectivos, que las declaraciones altisonantes y los discursos moralizantes.
La historia de Maggie que nos cuenta Stephen Crane es triste, despiadada, naturalista… De niña malvive entre padres alcohólicos, siempre violentos: violentos entre sí, violentos con los hermanos de Maggie, violentos con la pobre Maggie.
Pero un día como cualquier otro el amor romántico –el disfraz varonil con el que tantas veces se presenta la esperanza– llama un día a su puerta y ella se deja engatusar. Desde entonces cada uno de sus propios pasos la encaminan a su desdicha final.
Stephen Crane (Newark, 1871-Badenweiler, Alemania, 1900) logró en tan solo veintiocho años el reconocimiento literario de escritores como Joseph Conrad, Ford Madox Ford, Henry James o H.G. Wells. Con su primera novela, Maggie, una chica de la calle (1893), introduce en Estados Unidos el naturalismo narrativo, pero será La roja insignia del valor (1895), ambientada en la guerra civil de su país, la que le convierta en un autor de culto, cuya influencia se percibe en futuras generaciones literarias. John Dos Passos, William Faulkner, Ernest Hemingway, Kurt Vonnegut o Norman Mailer encontraron en el poderoso antibelicismo de La roja insignia del valor un modelo para analizar las contradicciones humanas que surgen ante la violencia y una reflexión moral sobre la degradación humana inherente a los ejércitos en armas. En 1897, agobiado por el conservadurismo de la sociedad neoyorquina, fija su residencia en Inglaterra. Desde allí viajará, como corresponsal de prensa, a la guerra greco-turca y a la que enfrentó en Cuba a España y Estados Unidos en 1898, experiencia de la que surgió Heridas bajo la lluvia, publicado póstumamente. Stephen Crane murió en 1900 en un sanatorio de la ciudad alemana de Badenweiler, donde había ingresado enfermo de tuberculosis.
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