¿Cuál sería vuestra primera
reacción al ser testigos de un asesinato ocurrido justo en la ventana del
edificio de enfrente en plena Nochebuena? ¿Denunciar rápidamente lo ocurrido?
¿Ocultaros en la penumbra de vuestro salón y desear no haber visto nada?
Esta es la premisa de la que
parte la última novela del escritor noruego Dag Solstad. Su protagonista, un solitario
catedrático de Literatura de cincuenta y cinco años, ve trastocada su calmada y
planificada vida precisamente en la época del año en la que más acentuada está
la ausencia de familia.
La constante que vertebra el
texto es el dilema moral al que se enfrenta el profesor Andersen, quien no
consigue compartir con nadie el terrible hecho que ha presenciado y que,
además, en un sorprendente giro a la luz de nuestra conciencia social actual, se
siente incapaz de delatar al asesino, al que ya ha puesto cara y que le
obsesionará hasta tal punto que vigilará sus pasos durante las siguientes
semanas.
Si bien esta parte de la
historia es la más interesante, el autor dedicará muchas otras páginas al
encuentro del protagonista con amigos y conocidos y a un torrente incesante de
pensamientos sobre otras cuestiones importantes como el individualismo de la
sociedad noruega o la supervivencia de la literatura.
Y aunque estas reflexiones
sean necesarias para conocer la mentalidad de nuestro protagonista es cierto
que desvían la atención de lo verdaderamente crucial: la toma de decisión sobre
delatar o no al asesino.
Esto hace que la promesa de
acción que pudiera suscitar la trama quede un poco desequilibrada, aunque no
resta disposición a la lectura. El grado de apreciación de esta dependerá de lo
que busquemos entre sus páginas: si una trama bien delimitada con un final que
convenza o una profunda indagación en la mente de su personaje principal, con
la consiguiente inquietud y vacíos que esto pueda ocasionar.
Para quienes, como yo, estéis
en proceso de conocer autores/as del norte de Europa, oportunidades como esta siempre
serán bien recibidas.
Cristina Contreras, Librería
La Montaña Mágica
Opiniones
Opiniones
Para los que creen que pensar y cuestionarnos es una forma de andar y leer por la vida
Un profesor universitario especializado en Ibsen es testigo de un asesinato en una vivienda frente a su ventana.
Es quizás este principio el que genera una expectativa a lo La ventana indiscreta generando unas salivas intelectuales que van muy pronto a sentirse frustradas.
Porque lo que podría ser una novela negra es en el fondo un homenaje a los personajes de Ibsen y un análisis de nuestra sociedad en clave de alienación social, cultural y psicológica que, en el fondo, conecta de un afirma muy vívida con esos eternos adultos que proyectan sus problemas de adaptación y aislamiento afectivo en una sociedad que circula ya por carreteras paralelas a las de sus vidas, encerradas en el consuelo intelectual de que nada es como antes y el futuro ya ha pasado.
Una novela profunda que hará las delicias de los que creen que pensar y cuestionarnos no es sólo una posibilidad, si no una forma de andar y leer por la vida.
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