Historia Proscrita IV

Nunca en la historia de la humanidad se había producido una circunstancia como la que estudiaremos en este capítulo: un hecho histórico se ha convertido en dogma de fe y no puede ser cuestionado por historiadores, científicos o investigadores de cualquier rama del saber. Dos historiadores judíos, Pierre Vidal-Naquet y Léon Poliakov, firmaron la declaración de fe que se ha impuesto universalmente. En ella decían: “No es preciso preguntarse cómo ha sido posible técnicamente tal muerte en masa. Ha sido posible porque ha tenido lugar. Este es el punto de partida obligatorio de cualquier investigación histórica sobre el particular. Esta verdad es la que nos corresponde recordar simplemente. No puede debatirse la existencia de las cámaras de gas.” En la actualidad, poner en duda toda la parafernalia que envuelve el mito del Holocausto constituye un crimen de pensamiento y se ha convertido en un delito tipificado en los códigos penales de numerosos países. Los revisionistas vienen siendo pers
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