Hija de la tierra narra la huida de una mujer de clase obrera del contexto de pobreza rural en el que vive y su llegada a un mundo predominantemente masculino convulsionado por la...
Leer descripción completa
23,00€
Disponibilidad alta
Información
Descripción
Hija de la tierra narra la huida de una mujer de clase obrera del contexto de pobreza rural en el que vive y su llegada a un mundo predominantemente masculino convulsionado por la política y las promesas de revolución. «Mi ambición en la vida era estudiar; y no seguir a un hombre de aquí para allá», afirma en cierto momento Marie Rogers, su protagonista, quien luchará desde la infancia hasta la edad adulta por asentar su propia identidad en una búsqueda incansable de la igualdad y la justicia social, ahondando en sus relaciones con los hombres y en el empeño de escapar del matrimonio, el sexismo y la maternidad. La sucesión de escollos y privaciones que
hilvanarán su niñez, así como su historia de transformación y su toma de posición en favor de la libertad de India y China, replican con sorprendente crudeza la experiencia vital de Agnes Smedley, quien se abismó en los límites de la conciencia humana para abordar esta poderosa exploración de la raza, la clase y el género en los Estados Unidos de principios del siglo XX. Tras su publicación original en 1929, la novela cosechó de inmediato el elogio unánime de la crítica, pero, a partir de 1950, el cedazo del macartismo proscribió su lectura durante décadas «cancelando» porfiadamente a su autora. Pese a todo, y desde su definitivo resurgimiento a principios de los años setenta, Hija de la tierra ha terminado por convertirse en una obra señera de la literatura proletaria contemporánea por su cuestionamiento de las ideas convenidas en torno a la familia y su agudo retrato de la vida de los desheredados en cualquier tiempo y lugar.
AGNES SMEDLEY (1892, Osgood, Misuri; Londres, 1950) fue una escritora y reportera feminista estadounidense. Comenzó a trabajar a edad temprana para ayudar a sus padres y se desempeñó como maestra durante años en diversas escuelas rurales del suroeste del país. En 1916 se trasladó a Nueva York, en cuya Universidad asistió a clases y donde trabó amistad con algunos de los principales líderes revolucionarios indios en el extranjero. En 1919, contrajo matrimonio con Virendranath Chattopadhyaya y estableció su residencia en Berlín, involucrándose activamente en varias causas civiles dirigidas a contestar la dominación británica en la India. Se graduó en estudios asiáticos mientras enseñaba inglés en la Universidad y escribió la que sería su única novela, Hija de la tierra, cuya publicación conoció un gran éxito crítico. Tras su separación en 1929, se mudó a Shanghái como corresponsal del periódico liberal Frankfurter Zeitung y viajó incansablemente para dar testimonio de la guerra civil que asolaba el país y de la evolución del movimiento comunista chino, al que consagraría varios libros. A su regreso a los Estados Unidos en 1941, continuó difundiendo y respaldando públicamente el discurso ideológico del comunismo. Con el inicio del macartismo en 1950, sin embargo, la reputación de Smedley, a la que se acusaba de ser una espía soviética, quedó irreparablemente dañada. Se refugió en Inglaterra, donde murió pocos meses después a causa de una complicación quirúrgica. Fue incinerada en Oxford y sus cenizas fueron depositadas en el Cementerio Revolucionario de Babaoshan, en Pekín.
En 1929 un joven escritor, ilustrado y acomodado, publicaba la que se convertiría en una de las novelas más emblemáticas de la literatura sureña, americana y universal: “El ruido y la furia”. Faulkner ya era un mito.
El mismo año, se publicaba también “Hija de la tierra”, la única novela que escribiría Agnes Smedley, una autobiografía en tono de wéstern sureño de calidad literaria apabullante, en la que describe su arco vital desde 1890 en adelante y su lucha por desprenderse de un destino marcado por ser mujer y ser pobre, ambas cuestiones enemigas directas de su necesidad de estudiar y mantener la libertad.
Como ejemplo ilustrativo de las vivencias y sacrificios que Agnes describe en “Hija de la tierra”, ni ella ni su novela fueron nunca reconocidas en su tiempo.
Ahora os la recomendamos como una apasionante lectura de verano, o de otoño, o de invierno, pero en todo caso, como una apasionante lectura que no hay que dejar pasar.
En 1929 un joven escritor, ilustrado y acomodado, publicaba la que se convertiría en una de las novelas más emblemáticas de la literatura sureña, americana y universal: “El ruido y la furia”. Faulkner ya era un mito.
El mismo año, se publicaba también “Hija de la tierra”, la única novela que escribiría Agnes Smedley, una autobiografía en tono de wéstern sureño de calidad literaria apabullante, en la que describe su arco vital desde 1890 en adelante y su lucha por desprenderse de un destino marcado por ser mujer y ser pobre, ambas cuestiones enemigas directas de su necesidad de estudiar y mantener la libertad.
Como ejemplo ilustrativo de las vivencias y sacrificios que Agnes describe en “Hija de la tierra”, ni ella ni su novela fueron nunca reconocidas en su tiempo.
Ahora os la recomendamos como una apasionante lectura de verano, o de otoño, o de invierno, pero en todo caso, como una apasionante lectura que no hay que dejar pasar.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.
Opiniones
Opiniones
Hija de la tierra
En 1929 un joven escritor, ilustrado y acomodado, publicaba la que se convertiría en una de las novelas más emblemáticas de la literatura sureña, americana y universal: “El ruido y la furia”. Faulkner ya era un mito.
El mismo año, se publicaba también “Hija de la tierra”, la única novela que escribiría Agnes Smedley, una autobiografía en tono de wéstern sureño de calidad literaria apabullante, en la que describe su arco vital desde 1890 en adelante y su lucha por desprenderse de un destino marcado por ser mujer y ser pobre, ambas cuestiones enemigas directas de su necesidad de estudiar y mantener la libertad.
Como ejemplo ilustrativo de las vivencias y sacrificios que Agnes describe en “Hija de la tierra”, ni ella ni su novela fueron nunca reconocidas en su tiempo.
Ahora os la recomendamos como una apasionante lectura de verano, o de otoño, o de invierno, pero en todo caso, como una apasionante lectura que no hay que dejar pasar.
Hija de la tierra
En 1929 un joven escritor, ilustrado y acomodado, publicaba la que se convertiría en una de las novelas más emblemáticas de la literatura sureña, americana y universal: “El ruido y la furia”. Faulkner ya era un mito.
El mismo año, se publicaba también “Hija de la tierra”, la única novela que escribiría Agnes Smedley, una autobiografía en tono de wéstern sureño de calidad literaria apabullante, en la que describe su arco vital desde 1890 en adelante y su lucha por desprenderse de un destino marcado por ser mujer y ser pobre, ambas cuestiones enemigas directas de su necesidad de estudiar y mantener la libertad.
Como ejemplo ilustrativo de las vivencias y sacrificios que Agnes describe en “Hija de la tierra”, ni ella ni su novela fueron nunca reconocidas en su tiempo.
Ahora os la recomendamos como una apasionante lectura de verano, o de otoño, o de invierno, pero en todo caso, como una apasionante lectura que no hay que dejar pasar.
No hay comentarios, sé el primero en comentar
Valoración media
¿Has leído este libro?
Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios
Escribir mi opinión