Cuando el régimen nazi cae tras la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial, el pueblo alemán despierta de una pesadilla en la que había estado inmerso durante más de una década. Los alemanes descubren entonces los horrores de un gobierno que ellos habían mantenido en el poder y seguido hasta las últimas consecuencias. Alemania y los alemanes quedan señalados para siempre y un sentimiento de culpa se extiende en la sociedad. Un sentimiento que mantienen latente como un colchón que les protege de cometer nuevos errores. Las nuevas generaciones de alemanes y alemanas se enfrentan a esa culpa y a ese dedo acusador, que todavía hoy les señala por los crímenes nazis.
Nora Krug pertenece a la segunda generación de alemanes nacidos tras el final de la guerra. Creció luchando contra la profunda ambivalencia que le provocaba el pasado reciente de su país. Durante sus viajes de joven, su acento sólo suscitaba reacciones desagradables, una rabia que entendía y compartía. Tras casi veinte años en Estados Unidos, Nora Krug decidió que nunca sabría quién era si no se enfrentaba a su lugar de procedencia. En
Heimat. Lejos de mi hogar, cómic publicado por
Salamandra Graphic, la autora documenta este viaje a través de las vidas de los miembros de su familia durante el régimen nazi y la representación visual de su regreso a un país aún marcado por la guerra.
Como si fuera un bloc de notas, la autora mezcla el dibujo con anotaciones, documentos antiguos, fotografías, recortes de prensa... No sigue una estructura clara. No estamos ante una recreación lineal desde el punto de vista histórico o biográfico, lo que no resta al cómic nada para que su lectura no sea perfectamente comprensible. Se trata sobre todo de un trabajo bien documentado y bellamente ilustrado donde nada es porque sí. Todo está medido en
Heimat, como la elección de la portada. En ella Nora Krug recrea el cuadro 'El caminante sobre el mar de nubes' de Caspar David Friedrich (1774-1840). Este pintor alemán, considerado uno de los grandes exponentes del romanticismo alemán, quedó relegado por las nuevas corrientes de finales del s. XIX. El ascenso del nazismo en 1930 trajo consigo el resurgimiento de su popularidad. Pero esa asociación de su pintura con el nacionalsocialismo hizo que su obra decayera. No fue hasta finales de 1970 cuando la obra de Friedrich recupera de nuevo su reputación.
Además de ser elegido por el New York Times y The Guardian Libro del año en 2018, ha ganado el National Book Critics Circle Award, el Lynd Award Graphic Novel Prize y el British Design & Production Award.
Rafa Artal para Zona Cómic
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