Debemos tener muy en cuenta que no somos ministros de economía, ni somos expertos en finanzas. Muchas veces no podemos cambiar de trabajo, ni influir en las variables salariales o impositivas. A veces elegimos gobiernos que luego no realizan lo prometido en sus plataformas políticas en materia económica.
Pero mantenemos el poder en algunas cuestiones, podemos decidir que hacer con nuestros ingresos, sean estos importantes o no tanto. Somos libres de elegir la forma de gastarlos e invertirlos. Podemos organizar nuestros gastos, ahorros, ingresos e inversiones y planear nuestro futuro financiero, el cual estará condicionado por nuestra actuación en el presente. Hacer esto correctamente nos ayudará a ser más ordenados, más independientes y más felices.
En mi experiencia de muchos años en el sistema financiero pude observar que las personas ordenadas en sus gastos, con un correcto conocimiento de sus ingresos futuros, criteriosas en sus inversiones y con adecuada planificación, logran estabilidad financiera. La mencionada deseada estabilidad financiera ayuda a no tener sobresaltos, a poder distraer tiempo para las actividades favoritas, viajar, pasar tiempo con la familia, educar hijos y nietos, seguir su deporte favorito, hacer lo que se le de la gana.
Para ello he escrito este libro.
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