Una sátira hilarante sobre la insoportable levedad de la clase media blanca surgida bajo los auspicios del Estado del bienestar.
Galardonada con el Premio Brage, el más importante galardón literario de Noruega, esta novela ha supuesto la consagración de Nina Lykke como una de las grandes escritoras de su país gracias a la ironía con la que critica el supuesto paraíso de los países nórdicos. Estado del malestar es una divertida sátira de la insoportable levedad de la clase media surgida al calor del Estado del bienestar, vista por una mujer privilegiada que vive en uno de los países más ricos del mundo y, sin embargo, se halla siempre al borde de un ataque de nervios.
Elin es una doctora muy profesional y competente, pero está cansada de ser buena, de ser una esposa y madre ejemplar, de atender a pacientes que se autodiagnostican en Google y buscan curas a males imaginarios. Bebe casi una botella al día del vino más caro y ve series de televisión, mientras su marido Axel se inscribe en una carrera de esquí tras otra. Hasta que un día, por error, Elin envía una solicitud de amistad a Bjørn, su novio de juventud, poniéndolo todo patas arriba. Acorralada por sus dilemas, Elin abandona su casa y se instala a vivir en su consulta. Sabe que en algún momento tendrá que salir de su madriguera y afrontar la realidad, pero permanece allí en una especie de estado catatónico. Desde una esquina la interpela el esqueleto de plástico Tore, una voz en off mordaz y socarrona que le señala las verdades que no se atreve a reconocer.
Escrito por: Librería Noviembre
Parodiando el estado de bienestar tan elogiado de la Europa del norte, Nina Lykke, especialista en estudios de género y autora de prestigio en Noruega, nos conduce de la mano de la protagonista de su historia, una médico de familia, por la cotidianidad del país nórdico haciendo una reflexión profunda sobre el mundo de hoy en día. Estado del malestar es un relato sutil que produce en el lector una especie de incomodidad, en sintonía con la protagonista de la historia. Elin es médico de familia y a raíz de retomar su relación con un antiguo novio, bien entrada ya la cincuentena, se cuestiona su trabajo, las relaciones sociales, su matrimonio, la familia y la sociedad en general. Durante unos días vive en su consulta y mantiene una especie de diálogo con Tore, un esqueleto de plástico que preside su despacho a modo de decoración. Las respuestas mordaces de este interlocutor muestran la esencia de lo políticamente correcto y hasta dónde se puede o no se debe llegar. El repaso que Nina Lykke hace de la sociedad contemporánea es somero, la familia no es una relación idílica y muchas veces, las prestaciones sociales tampoco lo son. La sociedad se ha vuelto más vigilante y las tecnologías facilitan esa vigilancia al igual que propician y nos empujan al consumo: “Siempre hay hordas de profesionales en el camino, empleados a tiempo completo cuya profesión y oficio consiste en animarte a avanzar… pasar un buen rato con el juego, con las compras, “sólo se vive una vez”, es importante desconectar, venga, que no es para tanto”. Al igual que algunas de las series televisivas de los últimos años (Borgen, Cuando la ceniza se asienta o Exit), Estado de malestar nos deja adivinar que las sociedades nórdicas tampoco son tan envidiables, ni el modelo a imitar por los “bárbaros del sur”. El mundo no es perfecto en ninguna parte, tiene sus aristas, rugosidades, malentendidos. No hay ningún modelo excelente en el que no existan también los estados de desazón. Como bien indica el título de la novela de Nina Lykke, los seres humanos no siempre estamos satisfechos con el curso de nuestras vidas, aunque éstas hayan sido lo elegido, no tengamos grandes problemas o vivamos en la sociedad de la abundancia. Entre otras cosas, el imperio de las tecnologías y la comunicación es muchas veces una trampa; Elin, la protagonista, describe así el control al que nos someten los teléfonos móviles: “por entonces me disgustaba el teléfono y ahora lo odio. (…) Finge ser modernidad y progreso , pero es obra del diablo, Satán se ha instalado en estos cacharros y nos tienta con puntos verdes y rojos que nos anuncian que alguien nos desea, que nuestra existencia importa, mientras que en realidad nos conduce al pecado y la depravación. Nos han colonizado, pero no lo sabemos. Nos ha colonizado Satán”. Galardonada con el Premio Brage 2019, uno de los premios literarios más importantes de Noruega, Estado de malestar es una historia convincente acerca de las crisis personales en una persona de mediana edad, crisis que nos ayudan a ver las grietas de nuestra propia personalidad y de la sociedad en la que vivimos. De lectura fácil y entretenida, es una puerta abierta a conocer la frialdad y el aburrimiento de una sociedad biempensante, en la que apenas existen las carencias materiales y en la que la moralidad también se rige por las raíces de una cultura luterana-protestante que ha dejado su huella. Un texto que nos incita a pensar sobre el escaparate del estado de bienestar. Lourdes Rubio (viajera, periodista y crítica literaria), Librería Noviembre (Benicásim, Castellón)
Autor: La Buena Vida - Café del libro
Título: Una llamada de atención hacia todas y todos los que vivimos con el piloto automático activado
Texto: Elin tiene cincuenta y largos, es médico de cabecera y se acaba de mudar a su despacho. Se alimenta a base de zumos Fiesta Frutal y una vez a la semana baja a comedor a tomar una comida caliente. Acaba de venderle su parte de la casa a su marido, Aksel, con el que siempre se ha llevado bien. Nunca discutían ni nunca se molestaban. Ella le permitía seguir con su obsesión al esquí de fondo y él hacía como que no se enteraba de su adicción a las series y al vino. Llevaban así, en ese perfecto equilibrio, desde hacía muchos años y parecía que podrían aguantar muchos más. Hasta que Elin, sin saber muy bien cómo, empieza a hablar por Facebook con un antiguo novio… A partir de ahí, todo se empieza a derrumbar. «”Me necesita”, pensé entonces por primera vez, pero no fue la última. “Soy la única que lo puede ayudar.” Ahora pienso que hay que tener cuidado con esa vanidad que se disfraza de necesidad de ayudar a los demás.» (PINCHA EN EL ENLACE PARA SEGUIR LEYENDO)
Fuente: Librería La Buena Vida
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