En el último trago nos vamos

En el último trago nos vamos

En el último trago nos vamos

EN EL ÚLTIMO TRAGO NOS VAMOS En un lugar cualquiera de Madrid hay un bar a pocos metros de un puente. Hasta aquí nada interesante. Pero los puentes atraen suicidas y por alguna raz... Leer descripción completa
15,00€
Disponibilidad alta

Información

Descripción

Ficha Técnica

Opiniones

Opiniones

jprescritor

No es una novela negra, quizá gris

No es una novela negra, quizá gris

En el último trago nos vamos es la primera novela de Francisco Castillo; una obra un tanto curiosa que no se podría categorizar bien dentro del género negro… quizá gris. Nos encontramos en un bar, El Abstemio, regentado por David, que ha tenido una vida complicada terminando en un centro de desintoxicación. El local tiene una peculiaridad: está junto a un puente donde la tasa de suicidios es muy alta; es decir, muchos toman su última copa allí, dejando como propina todo lo que tienen, y van directos hacia la salida de la vida. Pero también hay personajes fijos, que aún no quieren irse de este mundo: Fernando, un aspirante a futbolista que ha acabado de camarero; Paco, un policía nacional, fascista y homosexual; Lupe, un narco mexicano en el exilio tras cargarse a un montón de competencia en su país; y Cristóbal, el hijo del mejor amigo de David (el cual está desparecido), con una vida bastante resuelta, pero con los pesares de no poder disfrutarla del todo. Todo esto acompañado por una guerra de la droga con los reyes, hasta ahora, del barrio: los rusos. Y, como decía al principio, esta obra no puede categorizarse de novela negra como tal, aunque sí haya un caso policial contra el tráfico de droga en el barrio… porque ese es el menor de los problemas dentro de la trama. Y es que, ya la obra empieza con una primera desgracia, en el puente antes mencionado, y te das cuenta de que no es ficción todo lo que reluce y lo más seguro es que alguien, en algún lugar, le haya pasado algo muy parecido. Tenemos un narrador que nos van contando las vivencias de los protagonistas como si estuviéramos en el bar, de charla con él; lo cual ayuda a implicarte más en la historia. Imaginad que un amigo o amiga tiene un buen cotilleo que contaros, pues sería algo así. Lo cual nos lleva a vivir pequeñas subtramas que tienen un punto común, el bar de David, que lo podríamos describir como el hilo conductor al que acudir cuando necesitemos ubicarnos en la historia. Temas como el sentido de la vida; el amor, tanto hetero como homosexual, en un mundo lleno de reglas preconcebidas y miedos por ser diferente; la ausencia de un padre; o el simple hecho de que tu mujer se convierta en la reina de la droga de México sin que tú te enteres nos absorberán, nos reiremos de tanto en tanto y empatizaremos con muchas de las situaciones que se viven en esta novela. El vocabulario es sencillo, incluso de añaden expresiones mexicanas, y, un punto importante, es el recordatorio que hace el autor, de vez en cuando, sobre quiénes son los personajes y qué les ha pasado en la vida. Esto es una técnica importante, sobre todo en novelas con muchos actores, y me ha ayudado a no tener que andar yendo hacia atrás para recordar porqué un personaje en cuestión hacía lo que hacía. En definitiva, si buscas una narrativa diferente, sinvergüenza, y que te podrás acabar en pocas horas, En el último trago nos vamos encontrarás el cambio que estabas esperando.

Valoración media

4 de 5 | 1 opiniones
5 estrellas
0.0 %
4 estrellas
100.0 %
3 estrellas
0.0 %
2 estrellas
0.0 %
1 estrellas
0.0 %

¿Has leído este libro?

Valóralo y comparte tu opinión con otros usuarios

Escribir mi opinión

Estanterías relacionadas

¿No has encontrado lo que buscas?

Prueba con una nueva búsqueda