Toda la vida cristiana gira en torno al encuentro con una persona: Jesucristo. Y es a la luz de ese encuentro personalísimo como llegamos a conocernos a nosotros mismos, y a darle a nuestra vida un sentido pleno.
El encuentro de Jesús con los dos discípulos de Emaús en la tarde de la resurrección nos brinda un modelo magnífico. El autor desmenuza el pasaje evangélico, ayudando al lector a seguir los pasos de esos dos discípulos: como les sucedió a ellos, también en nuestro caso la tristeza puede convertirse en gozo, y la pasividad en un imparable impulso apostólico, pues Jesús sale al encuentro de cada uno, siempre, y a menudo de un modo inesperado.
Crítica:
«Entre los aciertos de este libro de lectura espiritual me permito destacar las luminosas y sólidas reflexiones que señalan el punto de partida y explican cómo el encuentro de los discípulos con Jesús en el camino de Emaús constituye el modelo en el que los creyentes hemos de fijarnos con el fin de renovar el proceso de “conversión” o, en otras palabras, para “redescubrir” el rostro de Dios y recuperar su amor.»
José Antonio Hernández Guerrero, Obispadocadizyceuta.es
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