Este libro nos ofrece una recopilación de las enseñanzas de Matta el Meskin, invitando a los creyentes a entrar en el misterio de Cristo. Aunque con brevedad, el autor va señalando de manera sencilla y profunda un camino para el aprendizaje de la oración como comunión con Dios y con el hermano. La lectura serena, contemplativa y espiritual de estos Consejos ayuda a entrar en el camino maravilloso y, a la vez, arduo de la oración de alabanza al Dios fiel en el amor, y de la oración de intercesión por los hermanos, conocidos o no, cercanos o lejanos, con los cuales y por los cuales imploramos la misericordia del Padre del cielo.
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Índice
Extracto del Índice: Introducción. JAUME BOADA RAFÍ.Pausas mínimas para una experiencia de oración en soledad, silencio y desierto. Sentido. Objetivos. El segundo paso. "¡Sal de tu tierra ... !". Tu rostro, Señor, es mi única patria". La soledad te despoja de tus seguridades, oración en la noche. El misterio que transforma. A mí buscarme has en ti. "... en la palma de sus manos". Encuentro festivo con la Palabra. ¿De dónde vienes? Consejos para la oración. MATTA EL MESKIN. Cuando ores. Cerrar la puerta. La oración, obra fundamental en el camino espiritual. La efusión del Espíritu Santo en las palabras de la oración. La oración como ley espiritual. La oración como don. Cristo te espera. En la presencia de Dios. Superar las sensaciones mediante la fe. Pretextos para huir de la oración. La ascesis del cuerpo y el ardor del espíritu. La oración y el tiempo. Cristo participa en tu oración. El Espíritu Santo grita en tu corazón. ¿Cómo invocar al Espíritu Santo? La oración, invitación divina al retorno de la criatura exiliada. ¿Cómo presentar las preocupaciones en la oración? La oración te transforma hasta en lo más intimo de tu ser. La oración de comunión, de unión con el Señor. La oración es más potente que el pecado. La oración, intercambio de amor con Dios. La oración, acto de obediencia. La oración, escuela de obediencia. La oración, capacidad de abandono a la voluntad de Dios. El sacrificio, plenitud de la obediencia. La oración, fuente de fuerza para los demás. Dios se sirve de tus oraciones para la salvación de otros. La comunión con Cristo y la participación en los sufrimientos de los hombres. La búsqueda de ti mismo contamina tu oración. También tú tienes necesidad de que se rece por ti. La oración por los demás es una grave responsabilidad. La oración de alabanza, de adoración y de contemplación del rostro glorioso de Cristo.
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