Los bellísimos paisajes naturales de Islandia son el escenario sobre el que
Jérémie Moreau confecciona un relato heroico digno de cualquier tradición mitológica:
La saga de Grimr, publicado por
Norma Editorial.
Esa salvaje a la par que hermosa naturaleza es testigo de cómo el destino se forja, de la manera en que los relatos se tornan leyenda y tradición heroica. En la soberbia narración secuencial del autor francés asistimos a la génesis de una de esas posibles historias épicas que plagaban la tradición oral y que posteriormente, ya con el añadido de elementos de corte superheroico o sobrenatural que adornaban el relato, fueron paulatinamente plasmadas por escrito.
El protagonista de esta historia de superación personal, una suerte de camino del héroe, es
Grimr Enginsson. Grimr es un chavalín pelirrojo huérfano que deviene en un hombre noble y fuerte, pero sin linaje, en un país subyugado por el poder danés, el peso de los apellidos y las posesiones, mientras sufre los rigores de su existencia en forma de amistad, humildad, amor, trabajo y desprecio.
Las
viñetas de este francés formado y con una larga trayectoria en el mundo de la animación presentan un
ritmo vibrante y una
gran plasticidad. El resultado visual es realmente impresionante. No es de extrañar que este cómic por la concepción y desarrollo de la historia, por su apartado gráfico, por la composición, la fuerza de sus evocadoras representaciones naturales y por la manera en que se desplega la narración, obtuviese el
Premio a la mejor obra en el Festival Internacional de Cómic de Angoulême 2018.
Un cómic recomendado por la
Librería Másdelibros de Huesca.
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