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A finales del siglo XIX en una sociedad capitalista, urbana e industrial donde solo importa el dinero y el ascenso social, el Bowery de Nueva York es un campo de batalla y los protagonistas de "La madre de George" (1896), la señora Kelcey y su hijo, víctimas de un medio implacable y sin escape que los desintegra física y moralmente.
Era de justicia que recuperáramos en el XXI la figura de Stephen Crane, considerado por sus contemporáneos contrario a los más nobles principios de la ética, y olvidado a lo largo del XX. Fue el padre del naturalismo norteamericano, un estilo que tiene en sus obras, "Maggie: una chica de la calle" (1893), "La roja insignia del valor" (1895) y "El bote abierto" (1898), algunas de las historias más hábiles de la literatura, casi dostoievskianas.
Stephen Crane (Newark, 1871-Badenweiler, Alemania, 1900) logró en tan solo veintiocho años el reconocimiento literario de escritores como Joseph Conrad, Ford Madox Ford, Henry James o H.G. Wells. Con su primera novela, Maggie, una chica de la calle (1893), introduce en Estados Unidos el naturalismo narrativo, pero será La roja insignia del valor (1895), ambientada en la guerra civil de su país, la que le convierta en un autor de culto, cuya influencia se percibe en futuras generaciones literarias. John Dos Passos, William Faulkner, Ernest Hemingway, Kurt Vonnegut o Norman Mailer encontraron en el poderoso antibelicismo de La roja insignia del valor un modelo para analizar las contradicciones humanas que surgen ante la violencia y una reflexión moral sobre la degradación humana inherente a los ejércitos en armas. En 1897, agobiado por el conservadurismo de la sociedad neoyorquina, fija su residencia en Inglaterra. Desde allí viajará, como corresponsal de prensa, a la guerra greco-turca y a la que enfrentó en Cuba a España y Estados Unidos en 1898, experiencia de la que surgió Heridas bajo la lluvia, publicado póstumamente. Stephen Crane murió en 1900 en un sanatorio de la ciudad alemana de Badenweiler, donde había ingresado enfermo de tuberculosis.
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