Tras los estudios de Medicina en Madrid y varios años de ejercicio profesional junto a su maestro Carlos Jiménez Díaz, Ortiz de Landázuri gana la cátedra en la Facultad de Medicina de Granada. Allí vivirá doce años, y luego en Pamplona, donde desarrollará la Facultad de Medicina y la Clínica Universitaria de la Navarra.
Su fama como médico se extendió pronto por toda España, y muchos emprendían largos viajes para acudir a su consulta. La cifra de enfermos atendidos por él alcanza los quinientos mil.
Pero no solo atraía su ciencia. Eduardo Ortiz de Landázuri era un hombre de fe, con un amor desbordante por Dios y por su familia. Miembro del Opus Dei, trató de ver a Dios en cada enfermo que trataba. En 1998 se abrió su Causa de Canonización.
La crítica ha dicho:
«Esta biografía retrata sus distintas facetas de médico, universitario, padre de familia y amigo leal. Formado junto al profesor Jiménez Díaz, a quien siempre trataría como a su maestro, Ortiz de Landázuri se labró un sólido prestigio profesional por su ciencia, su experiencia clínica y su atención a los enfermos. Su carrera como médico y profesor universitario había alcanzado una posición envidiable en Granada, cuando en 1958 decide dar un salto en el vacío para impulsar la naciente Universidad de Navarra. Allí su trabajo sería decisivo para el desarrollo de la Facultad de Medicina y la Clínica Universitaria, que con el tiempo gozarían de un notable prestigio.»Ignacio Aréchaga, Aceprensa.
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