Hay libros que nos proporcionan un placer insospechado. Sí, auténtico placer. Sacarlos de las cajas donde, tan fríos, llegan a la librería, acariciarlos, abrirlos, olerlos... Sabemos entonces, antes de adentrarnos en su historia, que tenemos un gran libro entre las manos.
¿Y qué es un gran libro? El que cuenta una hermosa historia, una historia que te dibuja una sonrisa, y si además se acompaña de ilustraciones maravillosas, ya no se puede pedir más.
Un título que debería formar parte del fondo de cualquier biblioteca y librería. Estoy segura de que después de leerlo, no podrás resistirte a empezar de nuevo. Un libro que recomendarás, un libro que regalarás, un libro que querrías que te regalaran. El libro que recordarás siempre con una sonrisa.
Pues todo esto, me ha ocurrido con “
Un calcetín infinito” de
Pedro Mañas y
Eleni Papachristou (Nórdica Infantil).
Soledad es una viejecita que vivía sola. Deseaba tener regalos grandes, regalos lujosos, y sobre todo, muchos, muchos regalos, gran cantidad de regalos. Un día se puso a tejer el calcetín más largo del mundo para que todos esos regalos que deseaba cupieran dentro el día que Papá Noel los llevara a su casa.
Tan largo lo hizo, que no supo encontrar su inicio.
Días y meses completos estuvo buscándolo hasta que llegó el día que lo encontró. En ese instante, su pensamiento cambió. Ni la joya más brillante o cara, ni el imperio más grande del mundo, ni todas las cosas que en su mente estaban, podrían sustituir el no sentirse sola. Y por supuesto, su mejor regalo aquella Navidad, fue estar en compañía.
Patricia Salas, Librería Estudio (Miranda de Ebro, Burgos)
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